24 mayo 2010

Nota del diario La Nación 24/05

A continuación transcribimos la nota que salió hoy en la sección Información General del Diario La Nación. La periodista Micaela Urdinez estuvo en nuestro centro y conversó con nosotros.


Historias solidarias / Asociación Centro Acer

Cuando el saber alimenta y salva vidas

En Florida Oeste, una ONG ayuda a combatir la desnutrición infantil y asiste socialmente a 42 familias de bajos recursos

Cuando el saber alimenta y salva vidas
La asociación cuenta con un sector de huerta Foto: Grupo 44


Micaela Urdinez
Fundación LA NACION


En 2007, María Isabel quedó embarazada. Su bebe nació con bajo peso y todavía arrastra ese problema. Pero, gracias a los cursos de prevención contra la desnutrición de la Asociación Centro Acer, María Isabel aprendió a alimentar nutritivamente a sus hijos y a volver a creer en ella misma.

"Ahora sé que tengo que ponerle leche en polvo al yogur o aceite crudo a las comidas para aumentar los nutrientes en las comidas. Pero lo más importante es la gran confianza que nos dan a nosotras mismas, nos apoyan, nos alientan", sostiene esta mujer, que vive en el barrio de Las Flores, en Florida Oeste, Vicente López. Todos los días concurre a la asociación para participar de sus actividades, como los espacios de estimulación temprana a los que lleva a su hijo. Pero, además, tiene la función de promotora del centro, lo que implica mostrarles a las madres nuevas el lugar y sus oportunidades.

"La gente está muy mal en el barrio y hay muchas embarazadas con muy bajo peso. Acá te preparan las comidas y las nutricionistas te enseñan a hacerla. Quiero terminar el secundario y seguir estudiando para poder estar más preparada para ayudar", explica esta madre, a la vez que confiesa que hoy en día se siente más segura. La asociación nació en 2007 gracias al compromiso de una familia que con motivo del Día del Pequeño Gran Gesto decidió abrir una filial de la Cooperadora para la Nutrición Infantil (Conin) en el Gran Buenos Aires, con la esperanza de erradicar la desnutrición infantil y sus secuelas en este barrio.

Hoy, en una casa muy espaciosa, con numerosos ambientes, un jardín y mucha calidez humana, se busca lograr la inclusión social de 42 familias de bajos recursos, con 54 chicos. Se hace hincapié en la promoción humana, luchando no sólo contra la desnutrición, sino también derrotando el abandono, la indiferencia, la marginalidad y la vulnerabilidad social.

"Si bien cada familia trae una historia, suelen tener un tronco común de violencia doméstica, problemas de adicción y delincuencia. Viven en un estado de resignación general que no les permite salir del contexto en que nacieron. No tienen ningún tipo de proyección y existe mucho resentimiento social. Por eso, nosotros fomentamos que sean las madres las que acompañen a sus hijos en su crecimiento y que les trasladen lo que aprendieron acá", explica María Gabriela Lozano, directora de la institución. Su pilar fundamental es la prevención, y por eso se centran en la capacitación de las embarazadas y madres adolescentes, que reciben asesoramiento en crianza, nutrición y contención emocional.

A partir de talleres de cocina y nutrición, se enseñan preparaciones nutritivas para fortificar de forma casera las comidas más habituales de la población y se realizan charlas explicativas y participativas sobre los temas más importantes por rango de edad de sus hijos, sobre nutrición, higiene y salud. "Todos los lunes a la mañana funciona un grupo de apoyo a embarazadas y madres de bebes y chicos de hasta cinco años, con el que se va charlando sobre las dificultades que tienen con la alimentación y el crecimiento de sus hijos. Ahí, por ejemplo, fomentamos la lactancia materna o explicamos el efecto positivo de los masajes en los chicos", agrega Lozano, que tiene como sueño realizar un censo nutricional en la zona.

También se dicta un taller de huerta, en el que se enseña tanto el sembrado, cuidado y cosecha de diferentes verduras, como también estrategias de cultivo en plantines, y se realiza atención en consultorio con el objetivo de hacer una evaluación alimentaria nutricional de todos los niños dentro del programa.

"Hay mujeres de 35 años que tienen siete hijos y que incluso ya vienen al centro con su hija de 18, que tiene otros tres propios. Uno de los principales problemas que tenemos es la falta de constancia de las madres porque les cuesta comprometerse. Por eso necesitamos un equipo interdisciplinario para poder atender la complejidad de sus realidades", aclara Lozano. La ONG necesita movilidad, la colaboración de arquitectos y médicos voluntarios, y CPU para armar un gabinete de computación. Teléfono, 4838-0059, y http:/www.asociacionacer.org.ar


Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1268110

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